Aventurarnos

El mundo es como un espejo.
La mayoría de los problemas que tenemos con la gente
son un reflejo de los problemas que enfrentamos en nuestro interior.
No se trata de cambiar a todos los demás.
Cuando sutilmente alteramos algunas de nuestras ideas,
nuestras relaciones mejoran automáticamente.

Si te preocupas por los demás
porque así lo deseas,
no te afectará el que no te devuelvan el afecto o el favor.
El Universo es justo.
Si brindas amor y abnegación, cosecharás buenas cosas,
aunque no necesariamente cuando las esperas o de donde las esperas.
Si deseas conocer gente nueva y hacer nuevos amigos,
toma la iniciativa.

Acuérdate de las personas con quienes te encanta convivir.
Lo más probable es que se trate de gente que sabe reír de sí misma.
Esta clase de personas son más divertidas,
tienen más amigos y menos úlceras.
Cuando nos mostramos aprehensivos,
los demás se sienten abochornados
y finalmente provocamos que desaparezcan del horizonte.

Una vida dulce es una experiencia compartida.
Nuestras grandes alegrías, nuestros bellos momentos,
los grandes retos y las mejores épocas de la vida,
son básicamente aquellas que compartimos con otros.
Muchas de nuestras mayores experiencias de aprendizaje
proceden de la convivencia con las personas.
Para lograr una estancia memorable en este planeta
debemos prepararnos para derribar ciertas barreras:
hacer un esfuerzo especial para conocer,
convivir y acercarnos a los demás.

La alegría de la vida deriva de expresarnos, de correr riesgos,
de aventurarnos.
No todo el mundo te amará,
pero tú si puedes amar a quien desees.
Tal vez no quieres que te lastimen
pero es mucho mejor sufrir
con la idea de que diste todo lo mejor que podías ofrecer.
Los únicos que realmente sufren son aquellos que saben
que las cosas pudieron haber sido mucho mejores,
mucho más emocionantes,
mucho más bellas; pero no lo fueron.

Andrew Matthews

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