Esta reflexión es la que inspira el hacer diario de Elixires para el Alma.
Qué la disfruten!
Cada grito de hermandad que lanzamos
se pierde en el aire
y vuela a los espacios sin límite.
Pero ese grito, llevado día tras día por los vientos,
llegará por último a uno de los extremos de la tierra
y resonará largamente,
hasta que un hombre, en alguna parte,
perdido en la inmensidad,
lo escuche y feliz, sonría…
Albert Camus
Etiquetas: Albert Camus, Reflexiones de fortaleza