Esfuérzate por subir, y espera siempre que te sobrevengan cosas buenas.
Aunque los vientos se vean contrarios, confía en Dios, que está en tu interior, y en quien está la solución de todos los problemas.
Mira el lado positivo de la vida, la felicidad y el progreso, sin detenerte jamás en la subida. ¡Sé optimista y vencerás!
¡No te canses nunca de hacer el bien!
Todas las veces que nos detenemos, el alma empieza a sentir la rigidez de los muertos.
El espíritu que no trabaja se muere de tedio y de cansancio.
No consientas que la pereza debilite tu espíritu.
Vive con alegría y entusiasmo y consagra tus energías en la siembra del bien, el amor y la ternura en los corazones que los buscan.
No les des mucha importancia a la edad de un cuerpo físico: sé joven y de gran apertura espiritual.
El espíritu no tiene edad.
La mente nunca envejece.
Aunque el cuerpo muestre los síntomas de la edad física, has de conservarte joven y abierto, como fruto de tu mentalidad positiva.
Haz que tu cuerpo irradie la juventud de tu alma, sin importar la edad que tengas.
Carlos Torres Pastorino
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