Poemas cortos de tristeza

Hemos preparado una selección de poemas tristes de autores famosos sobre distintas situaciones en la vida. A veces pasamos por momentos duros que producen grandes sinsabores, es entonces cuando la poesía hace magia, nos acompaña y tiene un gran poder sanador.

chicatriste

 

Tristezas de la luna

Esta noche la luna sueña con más pereza,
Cual si fuera una bella hundida entre cojines
Que acaricia con mano discreta y ligerísima,
Antes de adormecerse, el contorno del seno.

Sobre el dorso de seda de deslizantes nubes,
Moribunda, se entrega a prolongados éxtasis,
Y pasea su mirada sobre visiones blancas,
Que ascienden al azul igual que floraciones.

Cuando sobre este globo, con languidez ociosa,
Ella deja rodar una furtiva lágrima,
Un piadoso poeta, enemigo del sueño,

De su mano en el hueco, coge la fría gota
como un fragmento de ópalo de irisados reflejos.
Y la guarda en su pecho, lejos del sol voraz.

Autor: Charles Baudelaire

 

Simplicidad

Es tan humano este dolor que siento.
Esta raíz sin tallo florecido.
Este recuerdo anclado al pensamiento
y por toda la sangre repetido,

que ya ni me fatiga el vencimiento
ni me sangra el orgullo escarnecido,
mi corazón se acostumbró al tormento
de perder la mitad de su latido.

Ya mi rencor no exige la venganza,
aprendí a perdonar toda esperanza
como un bello pecado original.

Llevo en las manos tantas despedidas,
y en lo que fue el amor tantas heridas,
que me he tornado un hombre elemental.

Autor: Jorge Robledo Ortiz

 

Tú me has llenado de dolor la mente

Tú me has llenado de dolor la mente,
tanto que el alma se esfuerza por partir
y los suspiros del corazón doliente
muestran a los ojos que no puedo más.
Amor, que tu gran valor siente,
dice; “Lamento que debas morir
por esta cruel dama que no parece
oír que habla la piedad por ti”.
Voy como el que está afuera de la vida,
que a la vista parece un hombre
tallado en piedra, bronce o madera,
mas camina sólo por costumbre
y en el corazón lleva la herida
que es señal de muerte verdadera.

Autor: Guido Cavalcanti

 

El mar triste

Palpita un mar de acero de olas grises
Dentro los toscos murallones roídos
Del puerto viejo. Sopla el viento norte
Y riza el mar. El triste mar arrulla
Una ilusión amarga con sus olas grises.
El viento norte riza el mar, y el mar azota
El murallón del puerto.
Cierra la tarde el horizonte
Anubarrado. Sobre el mar de acero
Hay un cielo de plomo.
El rojo bergantín es un fantasma
Sangriento, sobre el mar, que el mar sacude…
Lúgubre zumba el viento norte y silba triste
En la agria lira de las jarcias recias.
El rojo bergantín es un fantasma
Que el viento agita y mece el mar rizado,
El tosco mar rizado de olas grises.
Autor: Antonio Machado

 

Ah! La angustia

Ah! La angustia, la abyecta rabia, la desesperación
De no yacer en mí mismo desnudo
Con ánimo de gritar, sin que sangre el seco corazón
En un último, austero alarido!

Hablo -las palabras que digo son nada más un sonido:
Sufro -Soy yo.
Ah, extraer de la música el secreto, el tono
De su alarido!

Ah, la furia -aflicción que grita en vano
Pues los gritos se tensan
Y alcanzan el silencio traído por el aire
En la noche, nada más allí!

Autor: Fernando Pessoa

 

Al triste

Ahí está lo que fue: la terca espada
del sajón y su métrica de hierro,
los mares y las islas del destierro
del hijo de Laertes, la dorada
luna del persa y los sin fin jardines
de la filosofía y de la historia,
el oro sepulcral de la memoria
y en la sombra el olor de los jazmines.
Y nada de eso importa. El resignado
ejercicio del verso no te salva
ni las aguas del sueño ni la estrella
que en la arrasada noche olvida el alba.
Una sola mujer es tu cuidado,
igual a las demás, pero que es ella.

Autor: Jorge Luis Borges

 

No tiene importancia

Esta pena mía
No tiene importancia.
Sólo es la tristeza de una melodía,
Y el íntimo ensueño de alguna fragancia.
-Que todo se muere,
Que la vida es triste,
Que no vendrás nunca, por más que te espere,
Pues ya no me quieres como me quisiste-.
No tiene importancia.
Yo soy razonable;
No puedo pedirte ni amor ni constancia:
¡Si es mía la culpa de no ser variable!
¿Qué valen mis quejas
Si no las escuchas;
Y qué mis caricias desde que las dejas
Quizá despreciadas porque fueron muchas?
¡Si esta pena mía
No es más que el ensueño de alguna fragancia,
No es más que la sombra de una melodía!
Ya ves que no tiene ninguna importancia.

Autor: Pedro Miguel Obligado

 

El pequeño dolor

Mi dolor es pequeño,
pero aún así bendigo este dolor,
que es como no soñar después de un sueño,
o es como abrir un libro y encontrar una flor.

Déjame que bendiga
mi pequeño dolor,
que no sabe crecer como la espiga,
porque la espiga crece sin amor.

Y déjame cuidar como una rosa
este dolor que nace porque sí,
este dolor pequeño, que es la única cosa
que me queda de ti.

Autor: José Angel Buesa

 

Campo

La tarde está muriendo
Como un hogar humilde que se apaga.

Allá, sobre los montes,
Quedan algunas brasas.

Y ese árbol roto en el camino blanco
Hace llorar de lástima.

¡Dos ramas en el tronco herido, y una
Hoja marchita y negra en cada rama!

¿Lloras?… Entre los álamos de oro,
Lejos, la sombra del amor te aguarda.

Autor: Antonio Machado

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Un Comentario

  1. karina said:

    poemas super triztes realmente

    11.03.18
    Reply

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