Mí alma me habló y me hizo oír voces que no pronuncian la lengua, la laringe ni los labios.
Antes de que mi alma me hablara yo no oía más que gritos y gemidos.
Pero ahora, ansiosamente, puedo oír el silencio y escucho sus coros cantando los himnos de los tiempos y los cánticos del firmamento, que anuncian los secretos de lo oculto.
Autor: Khalil Gibran
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