En el vasto salón lucías tú sola,
no estabas de pie, sentada ni acostada
eras poesía que volaba al recitarte
mis ojos, mis sueños, mi alma, mi boca.
Y decidí cortar la espera.
Hablé con cien compositores musicales
que interpretan sinfónicas orquestas,
visité a novelistas, poetas y cuentistas
y a artesanos, pintores y escultores.
A todos les pedí que compusieran
oberturas, poemas, estatuas y pinturas
en donde tú surgieras manifiesta
expresando tu poesía y tu figura.
Les llevé todas tus fotos
y al verte enmudecían
y sus cabezas meditando
se movían negativas.
Y todos confesaron no atreverse
a reflejar lo que tú eres,
porque -según todos dijeron-
en ti confluyen dignidad,
ternura y armonía,
definiéndote todos, ¡pero todos!
diciéndome: “esto es poesía”
y me dejaban mudo al preguntarme
“¿usted sabe cómo reflejar una poesía
armada con esencia y cuerpo de mujer,
sea en cuerdas de violines o en letras de cuentos,
en figuras de bronce, de mármol o de yeso?”.
Y quedé mudo al comprobar
que el arte contigo no se atreve.
Autor: Juan Carlos Achiary
Profundo y maravilloso!!!
Gracias Juan!!!
BETTY
¡GRACIAS A VOS, BETTY!
CARIÑOS
JUAN CARLOS
Dejame que te diga, que lo encontré brillante.
Es un mensaje que brilla con luz propia, porque ninguna otra luz lo haria refulgir de la manera que lograste hacerlo.
Mi aplauso y mi abrazo Luis.
Luis: quedo muy agardecido por tus palabras.
Un abrazo
Juan Carlos